¿Cómo encuentro el peso adecuado para mi manta terapéutica?

¿Hasta hace poco nunca habías oído hablar de una manta de peso? ¿Ya tienes enfermedades preexistentes o la idea de demasiado peso sobre el cuerpo te causa incomodidad?
Entonces, en efecto, la decisión sobre el peso puede resultar difícil. El 10% indicado del peso corporal ya ofrece una buena orientación. Algunos consejos muestran en qué más, además del peso corporal, se debe fijar la atención. ¡Cuanto más precisa sea la decisión, más pronto llegará el sueño profundo!

1. ¿Qué tolera mi cuerpo bien?
Cada cuerpo es diferente y eso es bueno. Si uno es consciente de lo sensible o robusto que es su propio cuerpo, la decisión sobre la manta con peso será más fácil. Hay cuerpos que reaccionan más sensibles a la presión ejercida por la manta terapéutica, mientras que para otros no puede ser lo suficientemente pesado. Un indicio (que no se aplica a todas las personas) es el alto porcentaje de músculos de una persona. Estos toleran más peso, mientras que las personas con menos músculos perciben el peso de forma más intensa. Por eso se recomienda elegir más peso en caso de mucha actividad deportiva o menor sensibilidad corporal que la indicada en la tabla de pesos.

2. ¿Hay molestias físicas?
También se deben tener en cuenta las molestias físicas, como dolores de espalda o de rodilla, al elegir una manta terapéutica. La presión ejercida por la manta puede empeorar las molestias. Aquí se debe elegir una categoría de peso inferior a la recomendada. Una alternativa es no cubrir completamente la parte afectada del cuerpo con la manta terapéutica. En caso de dolores de espalda, ayuda colocar la manta solo en la parte inferior del cuerpo.

3. ¿Tengo alguna enfermedad?
A menudo, los problemas de sueño están estrechamente relacionados con enfermedades, donde el dolor o los medicamentos en dosis altas roban el descanso nocturno. Una manta no puede curar enfermedades, pero sí puede permitir la tan esperada relajación y el sueño profundo necesario. Al elegir el peso, según el tipo de enfermedad, primero se debe seleccionar el peso de la manta según la tabla de pesos. Si el peso corporal está justo entre dos pesos o apenas en una categoría de peso, se debe optar por la versión más ligera. Especialmente en enfermedades respiratorias o hipertensión, menos peso puede tener un mejor efecto, ya que una presión demasiado alta puede afectar negativamente la enfermedad. En caso de dudas, se recomienda consultar con el médico de cabecera.

No importa qué peso elija, después de algunos días notará si el peso de la manta terapéutica debería sentirse un poco más pesado o si se percibe más bien como una carga. Si desea una presión mayor, primero debe aumentar el peso en 2 kg. Si encuentra el peso incómodo, pruebe la manta con 2 kg menos.

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