Cómo puede superar los ataques de miedo y pánico

¿De dónde viene el miedo?
El miedo que surge ante o en ciertas situaciones es una reacción natural del cuerpo y nada preocupante. Al contrario: reaccionar con miedo significa originalmente prepararse principalmente para la huida o la lucha y así asegurar la propia supervivencia e integridad.

En esos momentos, el cuerpo está en estado de alerta porque se ha reconocido algo como una amenaza. Hoy en día, esto puede ser incluso cosas banales, como el miedo a un examen. La consecuencia es una concentración y atención aumentadas.

¿Cuándo es demasiado el miedo y el pánico?
Los estados de ansiedad y los ataques de pánico pueden convertirse en patrones regulares y limitar especialmente a quienes los padecen en la vida cotidiana. El miedo a menudo está en una relación desproporcionada con el peligro considerado.

Por lo general, surge el miedo al miedo o al pánico, se evitan conscientemente situaciones o el miedo se extiende a cualquier asunto y así influye en muchas áreas de la vida. 

Manta de peso para manejar ataques
Admitimos que no siempre es fácil vencer los miedos y hacer desaparecer completamente los ataques de pánico. No se trata aquí de curar los estados de ansiedad, sino más bien de aceptarlos y primero asumirlos. ¿De dónde proviene el miedo? ¿Qué me ayuda en estas situaciones? 

El enfoque está en cómo manejar un miedo o ataque repentino, tomando conciencia de qué podría ayudarle a superar mejor ese estado. Aquí pueden ser útiles técnicas de relajación o meditaciones. Además de la depresión, inquietud interior, pensamientos acelerados y náuseas, también puede aparecer el miedo a quedarse dormido como síntoma acompañante.

Las mantas pesadas o llamadas mantas de peso pueden ser especialmente útiles aquí. Sobre todo en ataques de pánico, los síntomas físicos pueden ser muy intensos y la percepción del propio cuerpo y del entorno puede estar limitada. Una manta de peso ejerce una presión agradable sobre el cuerpo, lo que reduce el nivel de cortisol (hormona del estrés) y fomenta la relajación. El cuerpo se vuelve más perceptible debido a la presión profunda, lo que ayuda a percibir conscientemente el aquí y ahora y a contrarrestar de forma natural los ataques de miedo y pánico.

Aviso: Tener miedo o sufrir un ataque de pánico no significa necesariamente que se padezca un trastorno de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico o fobia social. Sin embargo, siempre es recomendable que quienes sufren estados de ansiedad y ataques de pánico consulten con un médico y discutan posibles opciones de tratamiento. 

¿Tiene algo en el corazón? Aquí las personas le escuchan con atención:

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